top of page

La importancia de los vínculos afectivos.

  • Foto del escritor: Psic. Karina Baje
    Psic. Karina Baje
  • 13 ene 2021
  • 8 Min. de lectura

“El vínculo es un lazo afectivo

el cual nos acercará en el espacio

y perdurará en el tiempo

John Bowlby




Hemos escuchado por ahí muchas frases trilladas como: “Juega mucho con tu bebé que así ayudarás a fortalecer el vínculo afectivo”, “Dormir con los bebés les hace sentirse seguros y así crecerán con un vínculo saludable” o “El pecho a libre demanda favorecerá el vínculo madre-hijo”; sin embargo ¿sabemos a qué se refieren esas frases con exactitud?


Cuando nos hacemos padres tenemos muchos miedos sobre como criar de la mejor manera a nuestro bebé, sin embargo, es importante considerar que algunos consejos en lugar de ayudarnos nos ponen en aprietos ya que está en tela de juicio si estaremos haciendo las cosas de la mejor manera, en suma, si estaremos siendo unos buenos padres. Está función demanda muchos cometidos, como nuestra preocupación por el que crezcan sanos, fuertes, seguros de sí mismos, y en resumen, que sean “ felices”, lo cual será de crucial importancia, sobre todo al inicio de la vida de nuestros hijos. Pero, ¿Cómo lograr todo eso?


Para comprender qué son los vínculos afectivos y cuál es la relación que existe entre lo que tenemos que hacer como padres y las cosas que debemos evitar durante la crianza de nuestro bebé, necesitamos remontarnos en el tiempo y ponernos a imaginar.


Haremos un ejercicio que tal vez nos permita entender a nuestros bebés y niños pequeños. Cierra tus ojos e imagina que eres un bebé dentro del vientre de mamá, ¡Wow! Qué asombroso, qué fantástico se siente estar ahí adentro, estás perfectamente contenido en un lugar cálido y placentero, sin nada que te aqueje, sin ninguna necesidad fisiológica y si aún no es suficiente, súmale que la sensación que experimentas ahí adentro es totalmente satisfactoria. Pero, ¡oh no! Al paso del tiempo, ya casi no cabes, necesitas moverte cada vez un poco más y este pequeño paraíso ya se está quedando corto, ¡Ha llegado la hora de nacer!


Imagina que estás naciendo, estás impactado por la cantidad de estímulos visuales, auditivos y táctiles que te aquejan, por lo tanto, empezarás a experimentar una serie de sensaciones verdaderamente intensas, desconocidas para ti y muy angustiantes, pues te sientes en peligro y no sabes lo que está sucediendo.


¡Abre ya tus ojos!


¿Verdad que es una situación muy intensa? Es como viajar a un país en dónde no hablan nuestro mismo idioma, probablemente sintamos que no entendemos nada del lugar a donde vamos y lo peor, qué estamos solos. Sin duda llegará un momento en dónde nos sentiremos desvalidos y preocupados por sobrevivir en aquel lugar desconocido.


Pues precisamente así se sienten nuestros bebés al nacer. Los humanos somos la única especie de mamíferos que tardamos tanto tiempo para madurar orgánicamente y poder conocer nuestro entorno, así como para adquirir la fortaleza física necesaria para poder sobrevivir solos.


Por lo tanto, al nacer un bebé y sentir tan tremenda dosis sensorial es de suma importancia que haya un “otro” quien le ayude en primera instancia a traducir el mundo, darle sentido, hacerlo propio, o sea, sobrevivir.


Por lo tanto, los bebés desarrollarán una conducta de “apego”, caracterizándose ésta como una proximidad con “ese alguien” quién cubre las necesidades fisiológicas y emocionales, es importante saber que en este caso, no sólo se limita a una persona, o sea mamá, puede recaer también en las figuras constantes de cuidado: el padre, una abuela o una nana.


El llorar, mover sus manos y pies, chuparse las manitas, se podría decir que son señales de apego, todas estas se convierten en mensajes para que un “otro” pueda responder en tiempo y forma; lo mismo que aliviar el displacer que pudiera estar causando tener el pañal mojado, sentir hambre o quedar saciado, tener calor o mucho frio, etc.


Cuando la persona encargada del bebé responde de manera adecuada, éste empezará a crear esta proximidad cada vez más cercana, ya que cuando descubra que sus necesidades son cubiertas en la medida de lo posible, establecerá un lazo emocional que solidificará la relación.

De ahí que surja el apego entre un bebé o niño pequeño con sus padres, abuelos, tíos, nanas, etc., lo cual favorecerá que se sienta cómodo, tranquilo y seguro, sobre todo cuando se presente una experiencia displacentera, pues la calma, aunque no será inmediata, será mucho fácil de llegar.


Podemos pensar, que la meta será favorecer un “apego seguro”, el cual se caracteriza no solo por la presencia de los padres, sino por la pronta respuesta ante las necesidades fisiológicas y emocionales. Por ejemplo, lo mismo daría llevar a un bebé en brazos todo el día, pero sin hablarle ni consolarle, cuando el pequeño requiera un sostén más firme, no relacionará las palabras que lo calmen a la huella emocional con la que se ata la calma, por lo tanto, no obtendrá sentido y será mucho más complicado calmarlo; recordemos que cuando se hacen las cosas por obligación o por rutina, no estamos asegurando la creación de un apego seguro con el bebé, ya que se necesita más que eso, lo mismo pasaría si lo lactarás a libre demanda, durmieras con él o lo dejarás mirando el televisor por horas.


Esta relación de apego es apenas el primer paso, pues la constancia, pertinencia y predictibilidad, son los elementos fundamentales para la conformación de lo que llamaremos un buen vínculo.



“La ciencia moderna aún no ha producido

un medicamento tranquilizador tan eficaz

como lo son unas pocas palabras bondadosas.”

Sigmund Freud


Como anteriormente mencioné la conducta de apego puede recaer en varias personas, sin embargo, el vínculo afectivo es solo para sus cuidadores principales. En este caso por lo general se limita a mamá y papá y de haber, hermanos. El vínculo es por lo tanto la búsqueda y el mantenimiento de la proximidad, de la empatía y la conexión emocional.

Es importante mencionar que ambos apego y vínculo van de la mano, Por lo tanto, dependiendo de la calidad del apego este promoverá el establecimiento de un tipo de vínculo entre padres e hijos.


¿Por qué es importante establecer un vínculo saludable con nuestros hijos?

Los vínculos tempranos son la médula de nuestro “ser”, ya que éstos forman nuestros cimientos como personas e influyen significativamente en nuestra vida posterior, estos tipos de vínculos que creamos con nuestras figuras primarias (mamá, papá, etc.) se reflejan en todas las actividades que desempeñamos día a día, como por ejemplo en el juego y la exploración del medio ambiente, en la forma en como nos comportamos, en que tan fuertes o débiles somos a nivel emocional y psicológicamente, así como en las relaciones sociales futuras. Es curioso porque parece ser algo “invisible”, sin embargo, resulta fundamental para nuestra existencia.


Cuando establecemos vínculos saludables con nuestros hijos habrá mayores posibilidades que las relaciones que ellos construyan con los “otros” sean relaciones íntimas y emocionalmente saludables. Ya que habrán experimentado, en sus relaciones tempranas, respuestas empáticas, afectuosas, amables e invariables.


Es muy interesante, ya que el rol de los padres va más allá de mostrarse presto a las necesidades del bebé, sino proveer y dar al pequeño un sentido de bienestar y seguridad que no siempre lo da la simple “presencia”. Para esto es necesario que el niño asocie la continua repetición de un padre que lo contenga y traduzca todo aquello novedoso del entorno, que lo asocie con la mirada benevolente y la protección de los abrazos, lo mismo con palabras que interpreten la experiencia que está viendo. El niño no solo recibe alimento, aunque es fundamental, también es de vital importancia nutrirlo de forma emocional, ya que así le estaremos ayudando a comprenderse a sí mismo y al mundo que le rodea.


Cuando los hijos vivencian estas cualidades de crianza desde casa, son más propensos a responder como personas asertivas y felices.

Los pequeños que formaron un vínculo sano con su madre, se sienten protegidos, desarrollan una especie de confianza en los demás que les funciona, y eso hace que más tarde sean socialmente más competentes. Si tienen problemas piden ayuda, y la consiguen.

Un vínculo estrecho hace que el niño se sienta bien consigo mismo y se sienta querido, simplemente, por existir y por ser quien es.


¿Cómo sé si estoy fomentando un vínculo sano entre mi bebé y yo?

Ser padres es algo en lo que sólo podemos convertirnos si actuamos, pensamos y sentimos como tales. La mayoría de los padres tienen un sexto sentido, que les dice muy en el fondo de su corazón qué cosas hacen bien y se sienten felices, lo mismo pasa con aquellas que se perciben que no lo son tanto. Como por ejemplo, muchas mamás preguntan sobre el tiempo indicado de llevar a la guardería a su bebé, y para esto ya han escuchado miles de consejos y de opiniones, muchos pro y muchos contras también; sin embargo, lo ideal será que la mamá o papá tomaran la decisión conforme a las respuestas emocionales que el hijo manifiesta, sabemos que existen circunstancias reales, sin embargo, cuando como padres evalúan si ellos también se sienten cómodos con dicha decisión, estará bien y eso será lo que se le transmita al hijo, con la seguridad que le darán sus palabras.


De lo contrario, la angustia de indecisión, sin duda será trasmitida al pequeño, lo cual propiciará mayor conflicto en el trabajo de adaptación a diferencia de un pequeño al cual se le transmite con decisión y seguridad, la contención que eso manifiesta es el mejor sostén emocional del cual los padres se pueden valer para alentar a sus hijos a aventurarse al mundo, empezando por la guardería y seguramente trastocará hasta las decisiones más complejas en su vida, como la elección de carrera.


Pero recuerden, no existe un manual, ni reglas, que garanticen una manera para construir vínculos; cada familia es diferente y cada una tomará las decisiones de crianza que mejor le vengan, no todo es para todos y no por eso serán malos padres. Lo que si hay son algunas pautas que sin duda te ayudarán a crear estos momentos ricos en convivencia con tus hijos, que sin duda beneficiarán la formación de este lazo tan importante.


Y por último……..Fortalece el vínculo entre tú y tu bebé.


Toma nota, aquí te enumeramos algunas acciones que sin duda crearán un momento único entre tú y tu bebé:


1. Tu mirada es muy importante: mantente atento y hazte presente cuando estés con tu bebé, involúcrate, no solo seas un espectador, sin duda descubrirás que tu bebé comunica mucho más con toda una gama de lenguaje corporal; seguro este será el primer gran paso para fortalecer su unión.

2. Acarícialo, no temas demostrarle cuanto lo amas “porque se vaya a mal acostumbrar”. Cárgalo, abrázalo, bésalo, aprovecha para darle masaje, hazle mimos siempre y cuando te sea posible. Todos estos juegos le ayudarán a sentirte cerca y protegido, pero sobre todo, le permitirá conocer su cuerpo y sus reacciones.

3. Cántale y platícale: nuestra voz es sin duda una herramienta para comunicarle lo mucho que lo amamos, por lo tanto, no importa que no sea entonado o no sepas cantar tan bien como lo quisieras. Al cantarle a nuestro bebé estaremos creando una nueva forma de comunicación con él; hablar con los hijos y que estos también interpreten nuestras palabras, esto construye desde los primeros momentos de la vida, por eso es muy importante que le hables, le platiques, le cuentes cuentos, historias y de ser posible, su propia historia.

4. El tiempo de calidad que los padres pasen con su bebé jugando es muy importante para fomentar la seguridad en el niño, observa y permite que sea tu hijo el que proponga el juego, no importa si es muy pequeño, tú te darás cuenta de su interés por una esponjita o el hilo de su cobijita, déjate guiar por tu hijo en el juego, cada vez notarás construcciones en tu hijo más elaboradas, lo cual te estará evidenciado las bases de su pensamiento, su creatividad y, sin duda, su inteligencia.


Psic. Karina Baje

 
 
 

Comentarios


Publicar: Blog2_Post

Formulario de suscripción

¡Gracias por tu mensaje!

5584443238

©2020 por domika.desarrolloinfantil. Creada con Wix.com

bottom of page